sábado, 3 de diciembre de 2016

Ascensión y travesía del Pico Corcadas

El pasado sábado día tres de Diciembre, no hubo "cuorum" en el grupo, y solo tres nos apuntamos para ir hasta Portilla de la Reina para ascender hasta la cumbre del pico Corcadas.
 Una lástima, pues disfrutamos de un estupendo día de montaña, pese a la amenaza que representaba el ver las nubes que iban cubriendo en algunos momentos la cumbre cuando por la mañana ascendíamos por el camino que recorre el valle de Susiella. Afortunadamente, estas nubes prácticamente desaparecieron del todo cuando llegamos al inicio de la larga arista cimera, para deleite de los que tuvimos el privilegio de disfrutar de las magníficas vistas que esta afilada arista ofrece.

 Foto de salida sin nada de nieve en los alrededores, pese a estar a 1.300 mt. de altitud y con un grado de temperatura.

Recorremos el camino que asciende por el valle Susiella, con el río de Ceranzo siempre a nuestro lado. Lo atravesamos por primera vez cruzando este coqueto puente.

En las laderas norte de las montañas vemos que hay algo de nieve, en las que dan a la vertiente sur, no queda nada de nada, incluso en cotas altas.

 En los sitios sombríos había algo mas de nieve. Pasamos a la otra margen del río por este otro puente.

Vamos dejando atrás el arbolado y vemos a nuestro frente una cabañita. Nos dirigimos hacia ella para tomar allí las once, aunque sean las diez y medía aún.

Llegando a la cabaña, descubrimos esta bonita cascada a la derecha de ella.


Desde la entrada a la cabaña, se tiene esta estupenda vista de casi todo el cordal del Corcadas.

Por nuestra derecha tenemos el Pico Gabanceda, con las nubes intentando ocultar su cumbre. En ella vivaqueamos algunos de este grupo hace seis años, cuando realizamos la integral de Valdeón.

Dejamos atrás el fondo del valle y entre las escobas y con la nieve muy blanda, vamos ganando metros ascendiendo hacia la pala final que nos subirá hasta la parte superior de la montaña.

Hoy Chema hace de "quitanieves" y poco a poco me voy quedando atrás. He cogido un buen mareo en el viaje y mi estómago no acaba de entonarse. Les comunico por el wualki que me paro a tomarme un gel energético y picar algo, pues voy desfondado del todo. Hecho lo cual, continuo hasta alcanzar a mis compañeros que me están esperando mas arriba.

Poco a poco me voy recuperando. Antonio y yo dejamos la crestería para acceder en travesía a un collado que tenemos un poco mas arriba. Chama sigue por arriba pero al final tiene que perder unos metros para llegar al collado.

Llegando al collado, con mis compañeros afrontando ya la última pala que nos depositará en la larga arista que da forma al Corcadas.

 En este punto, vemos con gran regocijo que las nubes que rondaban por arriba, están en clara retirada.
Antonio me fotografía de arriba hacia abajo.

Alcanzamos la parte cimera de la arista y vemos hacía el sur y muy al fondo, a la derecha de la foto, el Pico Pandián que visitamos este verano pasado.

Esta la vista hacia el Oeste.

Y hacia el norte el macizo central de los Picos también ya libres de nubes.

 Nos encaminamos hacia la cumbre que aún se ve un poco lejos, pisando una nieve blanducha, que al haber poco espesor y con la piedra que hay por debajo, nos exige pisar con mucho cuidado.

Afilada arista con buenas caídas hacia los dos lados, sobre todo hacia el Sur, osea, a nuestra derecha. Seria mucho mas seguro este recorrido, si hubiese mas nieve que la que hay.

Antes de llegar a la cima, pasamos por el punto de la arista donde desemboca esta bonita canal, único punto de acceso a la arista por su vertiente Sur. Me gustaría ascenderla cuando esté con un poco mas de nieve, que será cuando este en mejoras condiciones de superarla.


Continuamos con mucho cuidado hacia la cumbre.


Chema llegando a ella.

Esta es la vista hacia el Este desde la cumbre, con el Pico Vallines y el Coriscao al fondo.

Hacia el Norte y a nuestros pies, el valle por donde hemos ascendido, con el Pico Gabanceda al fondo, y por detrás de este, el macizo Occidental con Peña Santa.

El macizo oriental, por donde andan también hoy, Jelu, Sonia y Sara.

Peña Vieja, Peña Olvidada y la parte superior del circo de Fuente Dé, donde se ve bien marcada la brecha de la Jenduda.

Y como no, la foto de cumbre.

Nos planteamos por donde realizar el descenso, si volver por donde hemos subido, o tirar hacia el Este para terminar realizando un circuito. Este último descenso es bastante escarpado, y mas hoy con la poca nieve que hay. Como vemos las huellas de alguno que ha descendido por aquí, finalmente nos lanzamos para abajo, eso si, poniendo los cinco sentidos para no darnos una buena culada.

Siguiendo esas huellas, realizamos una travesía para salvar un escarpado canalón que desciende casi de la misma cumbre.

Con un tramo un poco delicado, que supera con gran maestría Chema, nuestro "quitanieves" de hoy.

¡Cuidadin, cuidadin!

Llegamos a donde se encuentra Chema para descender hasta la parte de la arista que se ve plana a la izquierda de la foto, donde bien calentitos por el sol, nos paramos a disfrutar de nuestro bocatas.

Con esta vista del Espigüete y el Murcia.

Peñas Malas y el Murcia.

Tras disfrutar de una agradable comida, continuamos el descenso para ir en busca del paso que nos permita acceder a la vertiente Sur de la montaña.

Para lo cual tenemos que realizar alguna que otra "revuelta" por terreno algo escarpado, pero disfrutón.

Un contraluz llegando al collado por donde pasamos a la otra vertiente de la montaña.

Pasado el cual nos fotografiamos con la cumbre que hemos pisado, al fondo.

Vista de la zona de Peña Prieta.

El paredón Sur del Corcadas.

Llegamos a un collado desde donde iniciaremos el vertiginoso descenso para llegar a la parte baja de la montaña, donde completaremos el circuito de la marcha de hoy.

Ya solo nos queda recorrer tranquilamente un camino que enseguida, nos devolverá a donde tenemos el coche.
Una buena jornada de montaña no esta completa, si no se remata con una buena caña de cerveza o un buen chocolate, en los sitios habituales donde suele parar este grupo en el viaje de regreso a casa, y así lo hicimos en este día.


sábado, 26 de noviembre de 2016

De Urdón al Cueto de la Cerralosa por el Jorao

El pasado sábado día 26, realizamos, bajo mi modesto punto de vista, una de las marchas mas espectaculares y duras, que se pueden realizar en el entorno de los Picos de Europa, a saber, la subida al Cueto de la Cerralosa partiendo de la central de Urdón por la llamada senda del Jorao.
 Partiendo de los 75 mt. que hay en Urdón, hasta culminar los 1.565 mt de la cumbre de la Cerralosa, salen 1.500 mt de desnivel a salvar, que sumando unos 100 mt. mas que se pierden para entrar en la canal del Trasdejorao, dan un desnivel total de 1,600 mt. Si a esto añadimos que una gran parte del recorrido transcurre por terreno muy irregular e inestable, con mucha piedra suelta, muchos tramos de fuerte pendiente, sendero poco marcado y con verticales cortados, con el espacio justo para apoyar los pies, nos resulta que tenemos ante nosotros una ruta solo acta para caminantes muy habituados a la dura orografía de los Picos, y muy recomendable, el ser guiados por alguna persona conocedora de su recorrido. En esta ocasión debemos añadir la dificultad que nos supuso, el tener que pelearnos con la nieve acumulada desde unos pocos metros por encima del pueblo de Tresviso, hasta la cumbre del Cueto de la Cerralosa.
Alguno de nosotros supimos de este espectacular recorrido guiados por nuestro querido y añorado compañero Julian, cuando hace cinco años, realizamos por primera vez esta ruta, culminada como en esta ocasión, con la cumbre de la Cerralosa.
Si queremos tener una amplia y completa descripción de este recorrido, podemos acudir al libro/guia  MACIZO NORORIENTAL DE LOS PICOS DE EUROPA - Peñas Cabriegas de Angel Sánchez Antón, una de las guías mejor ilustradas que podemos encontrar de toda la zona baja que rodea los Picos de Europa, y que nos descubre recorridos y parajes de una gran belleza que nada tienen que envidiar a las zonas mas altas del macizo, lastima que este libro se encuentre ya agotado y que sea muy difícil hacerse de el.

A las ocho y cuarto de la mañana nos juntamos los que se ven en esta foto para afrontar esta dura y espectacular jornada, con mención especial para Antonio, un experimentado montañero madrileño que nos acompaña por primera vez y que por lo que se vio, no sera la última.
Comentar que había en el ambiente un acentuado miedo escénico ante lo que nos esperaba. Lo del paso del Jorao asustaba un poco al personal y casi todos, partíamos con un a cierta presión en nuestros estómagos, que se iría disipando a medida que ibamos superando los pasos mas delicados del recorrido.

Desde el mismo punto de partida, se ve la primera parte del recorrido hasta llegar a la collada de Sahugo y que transcurre justo por encima y a la derecha del edificio de la central de Urdón.

Al principio el sendero apenas es perceptible, pero enseguida le encontramos mas marcado y vamos ascendiendo por un terreno totalmente vertical, que nos hace ganar metros con rapidez.

Superamos un pequeño muro de piedra que sirve de contención a esta riega de piedras y enfilamos hacia la Collada de Sahugo salvando las piedras por su lado izquierdo.

Por encima de este muro, una mirada hacia abajo para ver lo que hemos subido.

Llegamos a la Collada de Sahugo, y en esta fotografía sacada desde el Cuetodave, vemos casi todo el recorrido hasta llegar al Jorao.

Pasando la Collada de Sahugo, enfilamos hacia la canal del mismo nombre, superando un tramo de sendero muy estrecho y con una considerable caída hacía la izquierda, que nos exige la máxima concentración.

 Tenemos esta vista del río Urdón con el camino que sube a Tresviso, y por donde descenderemos por la tarde. También vemos a la izquierda de la foto, el camino que baja de la caseta donde termina la canal de Reñinuevo, a los pies del Cuetodave.

Por la derecha de esa aguja tenemos que pasar.

Muy pendiente y con mucha piedra suelta. Menos mal que el día esta fresquito y corre bastante aire.

 Continuamos salvando metros a la canal de Sahugo.

Con alguna paradiña para ver lo que tenemos a nuestros pies.

El río Urdón y el camino de Tresviso, cada vez mas abajo.

Llegamos a la Horcada de Sahugo, en donde termina la canal, y vemos lo que nos espera. Primero llegar al collado que tenemos en frente con otro paso muy estrecho y pendiente, y mas al fondo, el inicio de la canal de Trasdejorao, por la cual tendremos que ascender para llegar al paso del Jorao.

 Aquí vemos la canal entera, donde se intuye el agujero del Jorao, que salva el espolón rocoso que vemos a la izquierda.

 Llegamos al siguiente collado y vemos lo que nos queda para entrar en la canal de Trasdejorao. Primero tenemos que descender unos cien metros para llegar a dos piedras que tenemos que salvar por su izquierda realizando una trepada, para después realizar una travesía con terreno bastante vertical que nos lleva su tiempo y que realizamos con la máxima concentración.

En la trepada nos ayudamos con la cuerda de Justo. Quien le iba a decir a el que con el tiempo la iba a dar tanta utilidad.

Una mirada hacia atrás para ver lo que hemos descendido desde el collado.

 Realizamos la travesía para entrar en la canal del Trasdejorao.


Ya en la canal se acaba la exposición, pero aumenta la pendiente, con mucha piedra y mucha hierba.

Otra vista de lo recorrido.

 Subimos por la canal y llegamos a la zona donde esta se encuentra cubierta de avellanos, donde a lo pendiente del terreno, se añade la lucha con las ramas bajas que se traban en las mochilas.

Subimos encajonados por verticales paredes y engullidos por las ramas de los avellanos. Aquí uno tiene la sensación de estar totalmente apartado de la civilización.
Encontramos una oquedad en la pared a nuestra izquierda y nos paramos a tomarnos un respiro y meter en nuestro cuerpos algo de energía, hoy la vamos a necesitar.
Después continuamos y enseguida tenemos que hacer un giro a nuestra izquierda para ascender por una canal que nos sube hasta el Jorao, mas pindía y con mas hierba que la anterior.

Los helechos casi nos tapan, y el suelo con tierra mojada y bastante piedra suelta. Casi damos mas pasos para atrás que para adelante.

Y llegamos al paso clave de la ruta. Un sitio totalmente espectacular.

Un gran agujero sobre nuestras cabezas, que sirve para meter un poco de miedo a los que por aquí pasan por primera vez, al decirles que por ahí tenemos que subir.

Pero no, nuestro camino sigue por otro agujero mucho mas accesible que hay un poco a la derecha, y que dispone de una cuerda para ayudar a superarlo. Este paso, pese a su espectacularidad, no es difícil de superar, pues tiene buenos agarres para pies y para manos y con el complemento de la cuerda, se supera sin mayores problemas.

 Jelu es el primero en superarlo.

Le seguimos los demás, eso si, tenemos que progresar de uno en uno, pues hay peligro de tirar alguna piedra de la parte superior del agujero.

Como hoy somos bastantes, nos lleva un rato el realizar todos el paso.

Aquí vemos donde se sale del Jorao y por donde hay que continuar después. Otro paso estrecho y vertical que nos obliga a estar muy atentos.

El Jorao escupiendo montañeros.

Continuamos el recorrido.


 El sendero continua por tramos muy estrechos y con mucho patio, aunque al fondo, ya vemos la salida de estos vericuetos.

En esta otra foto sacada desde el Cuetodave, vemos a la izquierda el recorrido tras superar el Jorao, donde se ve el giro que realizamos cuando salimos al sendero de la senda del Picayo y que algunos seguimos para pasar por encima del pueblo de Tresviso y afrontar la subida al Cueto de la Cerralosa.

Último tramo con "patio".

Salimos a una cuesta herbosa ya sin mas complicación que la fuerte pendiente. Setecientos metros mas abajo tenemos Urdón, de donde hemos partido.

Y justo en frente, el Cuetodave, modesta, pero espectacular montaña.

Continuamos ascendiendo en busca del marcado sendero de la senda del Picayo.

Llegamos a ella y comenzamos a tener esta vista de los Picos de Europa nevados.

Llegados a este punto, Jelu, Chema y Jorde, deciden abandonar el sendero e ir ganando altura para ir hacia la Cerralosa. Al resto nos parece que es mejor opción seguir el sendero hasta llegar por encima de Tresviso y desde allí afrontar la subida normal a la Cerralosa.

Hoy la vista del pueblo, preciosa con ese fondo.

 Con mucha rapidez nos vamos acercando a Tresviso.

Alguna nube por el Oriental. A la izquierda el Samelar y a la derecha el Macondiú.

Llegamos a la altura de Tresviso y Justo decide que no continua y que nos espera en el pueblo. El resto comenzamos a subir hacia la cumbre. Enseguida llegamos a la nieve, y aunque no esta muy blanda, sin raquetas, de vez en cuando nos vamos hundiendo bastante. Al cabo de un rato Julio y Henrry deciden no seguir, pues no llevan polainas ni calzado apropiado para la nieve.
Hace ya rato que no sabemos de Jelu Chema y Jorde. Jelu lleva un wualqui, Justo en Tresviso tiene otro, así que todos estamos comunicados. Al cabo de un rato, Jelu nos dice que han hecho cumbre en un pico que queda a la derecha del Cueto de la Cerralosa y que no continúan, pues hay mucha nieve y aún les queda mucho trecho para llegar a la cumbre principal.
En esta foto sacada por ellos en la cumbre que hicieron, se ve el recorrido nuestro hasta la cima, y en el recuadro amarillo, se ve por donde ascendíamos nosotros en ese momento.

Tenemos la gran suerte de tener con nosotros a Jose el "quitanieves". Casi en todo momento el va en cabeza abriéndonos huella (gracias Jose por tu encomiable trabajo que nos permitió llegar hasta la cima). Vamos paso a paso, dando todo lo que llevamos dentro. Nos anima pensar en las preciosas vistas que tendremos hoy desde la cumbre, y que luego la bajada por la nieve será muy rápida.

Roca, hierba y nieve en el último tramo, ¡pero ya la tenemos ahí.!

Jose y Mayte llegando.

Y efectivamente, las vistas nos compensan todo el esfuerzo. Esta hacia la costa de San Vicente.

Tresviso, seiscientos metros por debajo de la cumbre.

En primer plano el Pico Agero y al fondo el cordal de Peña Sagra con el Cuernón tapado.

El Cabezo Llerosos, precioso.

A la izquierda los Traves y a continuación, Peña Santa y las cumbres del Occidental.

Foto de cumbre. Se la dedicamos a los compañeros que no han podido llegar. Nos ponemos a comer al abrigaño, disfrutando de este magnífico día de montaña que hemos tenido la suerte de disfrutar.

Por los wualquis nos comunican que desde Tresviso inician el descenso hacía Urdón. Irán despacio para ver si los vamos alcanzando, menos Jelu, que como siempre, sale "escopetao".
A las seis y cuarto llego a Urdón, como siempre el último. A mi. al contrario que Jelu, me gusta descender mas tranquilamente, para poder aprovechar el día al máximo y empaparme de esta naturaleza que tanto bien me hace.
Han sido diez horas de actividad que me han dejado un magnífico sabor de boca.

No dejéis de ver el vídeo que he preparado de esta preciosa ruta.